el fútbol tiene música
No tengo asignado número oficial, pero yo fui el primer oyente de "El fútbol tiene música". Imagino que ese título -apócrifo y oficioso- lo reclaman, en silencio, muchos otros, pero yo sé que el primero fui yo. No recuerdo muy bien cómo llegué, una madrugada de viernes poco afortunada, al 103.5 del dial de FM, pero sí recuerdo la voz de Petón y el nerviosismo de José como si los estuviera escuchando ahora mismo por primera vez: "Bienvenidos al programa menos escuchado de la radio española".
Han pasado varios años desde entonces y, como todas las historias de amor que se precien, mi relación con ellos ha sufrido altibajos, ha padecido infidelidades y, lógicamente, también ha evolucionado. Lo que al principio fue un programa para minorías, lleno de talento y duende, hoy se ha convertido -casi, casi- en el buque insignia de la emisora, y ningún cambio puede dejar imperturbable el medio donde se produce. Yo no soy el mismo oyente, pero ellos no son tampoco los mismos locutores. Rarezas, anécdotas, relatos o canciones inéditas han dado paso a cierto regusto empalagoso, a una suave tendencia a la autocomplacencia y a una -quizá inevitable- decadencia en cuanto a originalidad. Ley de vida, supongo.
Todavía los escucho, aunque cada vez menos. Su horario de emisión cambió hace tiempo y la genética de los oyentes creo que también. Petón admite jóvenes -jovencísimos- seguidores que aportan frescura al programa, y José se empeña cariñosamente en dotar de naturalidad y cercanía a las lejanas e imposibles relaciones entre mensajeros y mensajeados. Pero ya nada es igual... e intuyo que ellos lo saben. Aquella primera noche, y seguramente también las veinte o treinta siguientes, tuvieron magia, y eso fue algo excepcional. Nada parecido se había hecho, de esa manera, hasta entonces, y muy pocos se habían atrevido a hablarnos sobre fútbol con tanto cariño y autenticidad.
Nació aquella noche un programa nuevo, distinto y original. Y yo fui su primer oyente.
1 comentario
Gus -
Yo no fui el primero, pero quizas uno de los mas constantes
hay que entender que las historias se van acabando, pero quizas ganamos calidad (y cantidad) musical con la ayuda de PopMadrid