waves of joy
Qué paradójico. Triste, deprimido, hundido, harto de mi autodestructiva situación profesional, contemplando resignado el devenir caótico y ciego de nuestros alumnos, de nuestros líderes y de mí mismo, escucho accidentalmente la voz suave y dulce de Fiona Apple.
Todo ocurre en el mismo instante, todo ocurre a la vez. Ana estará preparando la comida y mi madre se habrá echado un rato para descansar. Esas deben ser las dos olas de felicidad del día.
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