living deadly
El río que nos lleva, o que me lleva, me motiva a lo epidérmico, a lo fácilmente digerible, a lo inmediato. Después de ver bailar un vals a Miriam Díaz Aroca, desbordando artificiosidad y engolamiento en un surrealista programa de TVE, no me apetece otra cosa que reflexionar pausadamente sobre la ética y la estética de los famosos... Pero me recato y me reconduzco -o eso creo- hacia lo esencial, hacia lo entitativo, hacia lo ontológico: España ¿qué era, o qué es, o qué fue la innombrable España, o el españolismo, o el patrioterismo, o la patria? Desde Frank T -profeta de la subcultura menos sofisticada- hasta Pepe Rubianes -ideólogo cool del tardofranquismo mal entendido-, el mundo de los sub-pensares me confunde, y Herrero Brasas, ínclito barnizador de ideas y pensamientos, me demuestra finalmente que tampoco la universidad se libra de los lugares comunes y la superficialidad.
Me subo a clase.
1 comentario
celia -
Yo acabo de salir de la mía: dos horas (desde las 8.30h). ¿Cómo puede pretender nadie que a las ocho y media se dé una clase de nada, que los alumnos estén suficientemente despiertos como para decir cosas coherentes y que el profesor tenga fuerzas para animar la conversación?
Estoy francamente disgustada.