sorpresas
No puede salir bien. La actitud de Esperanza Aguirre -sensata, coherente, rigurosa y responsable- no casa con el moderno ejercicio de la política en España.La sorpresa, al menos para mí, es que haya sido ella.
No puede salir bien. La actitud de Esperanza Aguirre -sensata, coherente, rigurosa y responsable- no casa con el moderno ejercicio de la política en España.
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