malos tiempos para la lírica
Ya se ha dicho casi todo sobre ellas, lazo de seda, última esperanza y causa primera de tantas y tantas cosas...
Pero ¿y del sonido de sus zapatos de tacón de madera al pisar las frías baldosas de la Universidad?, ¿quién ha hablado?
Pues yo digo que ni espina dorsal, ni pecho, ni regazo. Ni costillas, ni faldas cortas.
Hoy me he enamorado de la música de sus pies.
Pero ¿y del sonido de sus zapatos de tacón de madera al pisar las frías baldosas de la Universidad?, ¿quién ha hablado?
Pues yo digo que ni espina dorsal, ni pecho, ni regazo. Ni costillas, ni faldas cortas.
Hoy me he enamorado de la música de sus pies.
2 comentarios
Beatriche -
Ya ni me acordaba de esa canción en donde el "Jersey de cotón" me resultaba (y sigue resultando) algo extraño... aquí diríamos un suéter de algodón. En fin, mis divagues no tienen nada que ver con las baldosas.
Saludos!
historias -