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ungancho

juicio simulado

Si no fuera porque sus manos me distraen del mundo y, aunque no lo estén, me parezcan recién nacidas, y desnudas, y tiernas, y tostadas al sol de los fluorescentes de la Sala... Y si no fuera porque sus dedos se deslizan por la mesa del estrado, y -cómo no- por su pelo, y por sus mejillas, y por las hojas de su cuaderno, y por el estuche de sus bolígrafos...Y si no fuera también porque su boca roza el aire al abrirse, y lo mima, y lo disfruta, y sus labios se avergüenzan de tenerse que mover para que ella respire, y para que pueda hablar y decir, por ejemplo, muchas gracias... Si no fuera por todo eso, y porque me mira sin verme, y me traspasa, y ve lo que hay detrás de mí, y no se sorprende, y no se asusta, si no fuera por eso, repito, ella sería como las demás.

Pero no lo es.

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